sábado, 14 de agosto de 2010

El documento sobre el futuro de los cristianos en Palestina.

Son pocos y tienen muchos problemas, pero han decidido tomar la iniciativa: el pasado diciembre, poco antes de Navidad, presentaron un documento que quiere servir para deshacer los nudos de Oriente Medio. Es una hoja de ruta distinta a todas los demás, ya que se asienta sobre tres ejes políticamente inauditos: la fe, la esperanza y el amor. Ellos se lo pueden permitir porque son la comunidad cristiana más antigua del mundo.
"Hace unos años, Rifat Kassis, cristiano palestino y director de la ONG Defense Children Internacional en Palestina, fue a dar una conferencia sobre el conflicto israelí-palestino a Estados Unidos: “Me presenté como cristiano palestino y una mujer que estaba entre el público se levantó y me dijo que no conocía la existencia de tal cosa, y quería saber cuándo me había convertido. Le conté que mis antecedentes se remontaban a la era de Cristo; ella no daba crédito”. Kassis es consciente de que “no se conoce la existencia de cristianos en Palestina, y si se conoce no se entiende, a pesar de que la primera Iglesia no se estableció en Roma o en Washington, sino en Jerusalén.”
Los cristianos palestinos achacan esta circunstancia al hecho de que desde Occidente se tiende a ver el conflicto como una guerra entres dos bloques: el judío y el musulmán. “Pero se olvidan de la comunidad cristiana, que, de hecho, hasta la fundación del Estado de Israel en 1948, representaba un alto porcentaje de la población en Palestina y era mayoría en muchas ciudades que ahora son predominantemente musulmanas”, asegura Kassis. Según la Oficina de Estadísticas Palestina, los árabes cristianos representaban a finales del siglo XIX el 24% de la población de todo el territorio histórico. Sin embargo, el siglo xx ha sido su peor pesadilla. La guerra de la independencia de Israel en 1948 dejó 750.000 refugiados palestinos (de los cuales, 150.000 eran cristianos), y provocó una gran catástrofe geográfica, económica y social en la población árabe. El panorama empeoró en 1967 con la ocupación, a manos de Israel, de Gaza y Cisjordania: las restricciones de movimiento se multiplicaron, la economía palestina se hundió y toda opción de recibir una buena educación o de encontrar un trabajo se volvió totalmente dependiente de la inestable situación política. Dadas las circunstancias, los cristianos comenzaron a emigrar de forma masiva en busca de un futuro mejor, con más posibilidades para sus hijos. Este hecho, acompañado del rápido crecimiento demográfico de los musulmanes, ha reducido en un siglo la presencia cristiana en Palestina e Israel a un 1,48%. Ciudades importantes como Ramala o Jerusalén, cuya presencia cristiana se elevaba al 80% a principios del siglo XX, sólo albergan ahora a un 5%. En Belén, la ciudad cristiana por excelencia, la representación cristiana decayó del 90% a principios del siglo XX al 30% actual. De hecho, y aunque resulte irónico, hoy es complicado conocer el número exacto de cristianos palestinos que habitan en Tierra Santa. El Centro Inter-Iglesias de Jerusalén realizó un cuidadoso cómputo del que se desprende que existen 200.000 cristianos en Palestina e Israel: 50.000 habitan en los territorios ocupados (3.000 de ellos en Gaza) y 150.000 en Israel. Los últimos datos de la Oficina de Estadísticas Palestina, que el Centro Inter-Iglesias recoge, son de 2004 y señalan que ya para ese año sólo existían en Jerusalén 9.000 cristianos. 219.000 habitantes eran musulmanes y 464.000, judíos”.

Texto de Erika Jara, en la "Revista Nuestro Tiempo" de la Universidad de Navarra.
(Para leer completo el documento “El Momento de la Verdad”: www.kairospalestine.ps)

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