sábado, 5 de febrero de 2011

Proceso de paz

Con lo que ha pasado en Tunez y Egipto, ha crecido mucho el interés por la situación política de la zona donde vivo. Aprovechando quería hablar del proceso de paz en Tierra Santa. Estuvo en mi casa un experto en este tema. Se trata de un estadounidense que se traslado aquí hace 30 años, se nacionalizó israelí y se ha dedicado durante todo este tiempo al proceso de paz entre Israel y Palestina. Se llama Gerson Baskin y ha estado en contacto durante estos años con casi todos los líderes políticos tanto árabes como israelíes que han tenido en sus manos la posible paz en Tierra Santa. Desde luego hablaba con una claridad y seguridad pasmosas, y dijo cosas contundentes que voy a trasmitir brevemente. Aseguró que el momento más cercano para conseguir la paz fue recientemente con Olmert y Abu Mazen, pero Olmert cayó del poder y vuelta a empezar. Asegura que ahora hay muchas posibilidades de lograr un acuerdo de paz. Las dos partes tendrían que ceder cosas, pero afirma que sería factible. Sostiene que estamos en un momento crucial porque si Abu Mazen deja el poder se echará marcha atrás inexorablemente, y una vuelta atrás casi definitiva. Esto lo sabe Netanyahu. Él tiene la llave del proceso de paz. La fecha crucial es septiembre. Abu Mazem y Salam Fayad proyectaron y están ejecutando un plan de reconstrucción del país en dos años: infraestructuras, seguridad, justicia... Todo lo necesario para que Palestina pueda ser admitido como país por las Naciones Unidas. Durante este tiempo cada vez más países están reconociendo a Palestina como nación. En septiembre con los resultados internos y con todos o casi todos los países que forman parte de las Naciones Unidas se presentarán allí para recibir la aprobación como nación. Si antes de ese fecha no han fructificado las negociaciones de paz y se reconoce por las Naciones Unidas como nación a Palestina, el Estado de Israel quedará en una difícil situación: desde ese momento estarán ocupando otro Estado reconocido por las Naciones Unidas. Dicha ocupación pasará a ser muy grave. Si se diera el caso de que después dejara de gobernar Abu Mazen y fuera elegido un nuevo político posiblemente habría un cambio drástico de postura. Al haber ofrecido repetidas veces la paz y no haber recibido respuesta, el nuevo gobierno se podría plantear quedar integrado en Israel como un solo país. Los habitantes de Israel y Palestina serían uno sólo: una persona un voto. Eso supondría desfigurar el Estado de Israel tal y como está concebido, pues pasaría a tener mayoría árabe.
Por tanto, asegura Gerson, nos encontramos en un momento muy importante. Piensa que Netanyahu es inteligente, es plenamente consciente de la situación y no desperdiciaría la oportunidad de los dos Estados. Para aprobar el nuevo tratado de paz habría que hacerlo por referendum o convocando unas elecciones generales. Eso le convendría pues recibiría masivamente el apoyo popular. Si lo consiguiera sería reelegido y, lo más importante, pasaría a la historia como el hombre que consiguió la paz.
Son ideas que llenan de esperanza. En esta entrada no he estado hablando de política sino de paz, que es lo que buscamos todos, no sólo los políticos. Por eso pido a todas las personas que lean estas palabras que recen para que, de una manera u otra, finalmente se consiga la tan ansiada paz.

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